Cuando viajas a ciertos lugares del mundo, sabes de sobras que te vas a encontrar fauna muy diferente a la de tu país y ciudad natal y más o menos, sabes qué fauna es pero, a veces, la vida te da sorpresas ( sooorpresas te da la vida, lalalá... Vero, céntrate... ) y a veces te encuentras animales que no pensabas que ibas a ver en la vida y otras, te encuentras animales rarísimos, que confundes con otra cosa y que luego sabes o te dicen lo que es en realidad y das gracias a que no te ha picado... Y esto es lo que nos pasó en nuestro primer día de safari en Kenia... Después de cenar, nos encontramos un animalejo en el suelo de la habitación y lo confundimos con otra cosa... 
Menos mal que no le molestamos...
Os pongo en situación: " Habíamos estado cenando y volvimos a nuestra habitación, cansados pero felices porque la tarde de safari fotográfico ( siempre así, nunca para matar, recordadlo ) había sido muy fructífera... Leones, una familia de guepardos, elefantes, girafas, cebras, etc, etc y también, cantidades de enormes de, también enormes , valga la redundancia, " nidos" de hormigas, bueno, de termitas gigantes de la sabana. Cuando nos estábamos poniendo el pijama, puse el grito en el cielo porque , yo que tengo una fobia horrible a las hormigas - llamadme rarita - vi una muy grande pero diferente y pegué un bote a la cama, gritando cual posesa " termitaaaa, termitaaaaaaa, qué ascoooo y qué grandeeee, m...