Estos ingeniosos trucos ayudarán a minimizar la emoción.Si en los últimos dos días te has parado frente a un pequeño humano gritando y pisoteando, sabrás de primera mano que puedes sentir tantas otras emociones cuando tu hijo explote al ser servido con el tipo equivocado de banana – frustración, vergüenza, impotencia, ira, arrepentimiento, culpa, rabia, tristeza, desesperanza… Lo entiendo. Soy madre de dos niños de 21 meses de edad, y cuando me reúno con los amigos de mi madre, al menos uno de ellos suele querer desahogarse sobre el último berrinche de su hijo que ha batido todos los récords. Y sin embargo, aunque todos usamos la misma palabra,’rabieta’, no siempre queremos decir lo mismo con ella.¿Qué es una rabieta"Imagínate a un niño gritando en el piso del supermercado, tiene un berrinche, ¿verdad" Pero, ¿qué pasa con la niña cuyas lágrimas de desilusión por su helado se transforman en lamentos inconsolables" Podríamos llamar a esto un berrinche si sólo viéramos el comportamiento en cuestión, pero luego quizás retroceder una vez que descubrimos los orígenes.Lo que quiero decir es que el comportamiento que llamamos «rabieta» no ocurre de forma aislada, sino que tenemos que considerar las condiciones y los acontecimientos que condu...