Pasar tiempo con los hijos es algo que hay que hacer en pro, entre otras cosas, de que se fortalezcan los lazos afectivos entre la familia. Por eso, se puede disfrutar de ese tiempo visitando museos, viendo una película, saliendo al parque, dando un paseo en bicicleta, acudiendo al teatro…y también otra alternativa es ir al circo con los niños.
Somos conscientes de la polémica existente sobre el uso de los animales en algunos circos. Por eso, vamos a dejar de lado la misma y vamos a centrarnos en acudir con los hijos a esos espectáculos circenses donde no hay animales sino donde el protagonismo recae en malabaristas, payasos, magos, trapecitas, funambulistas o contorsionistas, por ejemplo.
En concreto, estos podemos establecer que son los principales beneficios de realizar esta actividad en familia: Se lo pasan en grande
Sin lugar a dudas, el principal motivo para tomar la decisión de ir en familia al circo es que los más pequeños, y también los adultos, se lo van a pasar en grande. Y es que son muchos y diversos los espectáculos y actuaciones de las que podrán disfrutar, además de cantar y bailar, por ejemplo. Cada artista les permitirá pasarlo en grande de una forma.
Los niños se divierten
Dejan volar su creatividad e imaginación
De la misma manera, no podemos pasar por alto que es una actividad estupenda para que aprendan a dejar volar tanto su creatividad como su imaginación. Lo harán a través de las historias que les contarán, de los personajes...