Hoy toca hablar de uno de mis temas favoritos que son los juegos de nuestra infancia.   Además lo voy a tener muy fácil porque hace un par de años creé un blog callejuegos sobre esto.
En el fondo tampoco creo que hayan cambiado tantísimo las cosas, pero hay que reconocer que antes había menos aparatos electrónicos y que se salía más a la calle.
Hoy en día los niños salen “a la calle” a jugar sólo cuando no tienen deberes/exámenes, que suele ser muy pocas veces o casi exclusivamente en verano. Además más que salir a la calle se sale a la urbanización y se han perdido mucho los pueblos de los abuelos donde ahí si que se jugaba de verdad en la calle.     Así que juegos míticos a los que jugábamos como las canicas, el pañuelo, la cadeneta, el bote o el puchero están prácticamente desaparecidos.  Sin embargo me sorprende cómo los niños juegan muchísimo a la peonza (al menos el verano pasado) y hacen cosas con ellas que a nosotros ni se nos pasaba por la cabeza. Hoy en día también tienen muchos aparatos electrónicos, aunque muchos de los padres somos bastante nazis con el tema y yo no creo que la mayoría de los niños dejen de jugar a otras cosas por esto.   Creo que en mi infancia jugaba más con juegos de construcción (1 o 2 juegos de construcción con los que jugar a 20 cosas diferentes en vez de los 20 modelos de LEGO que tienen ahora), los juegos de tablero se reducían al Parchís y las Damas (con el mítico Juegos Reunidos ...