Hola, soy uno de los piojos que, junto a su grupo de amigos, se ha instalado en la cabeza de tu hija.
Te escribo estas líneas ante la terrible insistencia con la que luchas contra nosotros. He pensado que, quizá, si te hago ver quiénes somos y qué hacemos, comprendas que tenemos unos derechos y que seguiremos incansables luchando para que se respeten (me temo que con la misma insistencia con la que intensas exterminarnos).

#JesuisPiojos
Lo primero de todo decirte que somos un colectivo muy discriminado y maltratado por el mero hecho de ser parásitos. Te diré que no somos sólo parásitos: somos insectos ápteros hemimetábolos, ectoparásitos de aves y mamíferos (si quieres saber más, pincha aquí). Tanto que escucho por ahí defender lo maravilloso que es ser un mamífero y ahora os extraña que haya una especie que quiere vivir en ellos. ¿Que pasa" ¿que en esta sociedad en la que vives no hay más parásitos que los piojos" ¡No lo creo! Lo segundo es romper una lanza en pos de mi especie porque nunca haya salido en una película de Disney o Pixar donde seamos protagonistas y aparezcamos somo seres simpático. Si en Frozen en vez de un muñeco de nieve mimoso y divertido hubiera aparecido un pijo entrañable lo habríamos petado y ahora seríamos ídolos de los niños, tendríamos mochilas con nuestras caras y todos querrían tener piojos en el pelo para ponerles nombres y cuidar de ellos.
A la gente no os gusta tener invasión de hormigas en casa ...