Hace  dos años,  aún no me adaptaba muy bien a todos los cambios, la relación con mi esposo no era  buena y mi hija tenia casi dos años, estábamos en un punto gris en donde no sabíamos muy bien lo que hacíamos y en donde yo no sabía como estaba a atravesando esto de ser madre joven y andar el camino sin mamá.
Una mañana me hice una prueba de embarazo y sin mas salió positivo, no fue el mismo sentimiento que la primera vez  ya no sentía esa adrenalina, ni ese miedo que me producía pensar en la reacción de mis papás, tampoco pensé en no tenerlo, en realidad no podía creerlo, cuando se lo dije a mi esposo su cara fue de incredulidad.
Fuimos al doctor y la verdad es que iba un poco en blanco estaba a atravesando una depresión que me impedía alegrarme por el nuevo bebé, pero cuando el doctor comenzó a revisarlo me dijo que ya tenía 10 semanas pero que aún no tenía latido, lo que significaba que el bebé no se había logrado y tendría que hacerme un  legrado,  cuando comencé a llorar me dijo:  ” no llores, es como un frigolito ahorita no pasa nada” . En ese momento supe que ese “frijolito” era mío y que no quería perderlo por nada del mundo. Quedamos de vernos la siguiente semana para ver si algo cambiaba pero que no tuviera muchas esperanzas, era muy raro que se lograran. Tuve esa semana para comenzar a investigar yo no podía creer que no iba a conocer a mi bebé así que busqué y encontré  información que decía qu...