Hoy vengo a contarte el por qué de mi ausencia estas semanas. Aunque tengo muchas cosas que contarte y muchos posts en borradores listos para enseñarte, creo que antes de retomar la actividad normal del blog mereces una explicación por tan larga ausencia. Así que no te preocupes, que poco a poco voy a ir poniéndome al día.
Menudo susto me llevé en la última revisión, estando de 25+4 semanas, cuando descubrí lo que le estaba pasando a mi cuerpo. Resulta que mi ginecólogo me preguntó si había algo fuera de lo normal o que me preocupara y le comenté, de forma totalmente inocente, que notaba una presión fuerte en el bajo vientre y que a veces me dolía mucho al levantarme. Como en el primer embarazo Princess nunca se colocó y tuvo que ser cesárea, pensé que igual era normal. Pero él no lo vió así. Decidió hacerme una eco vaginal para salir de dudas y su cara fue un poema. He de decir que con mi ginecológo hay mucha confianza, pues me trata desde los 15-16 años, y su "¡¿Pero qué has hecho"!" hizo que me acojonara de verdad. Y es que no era para menos. Resulta que tenía el cuello uterino excesivamente corto para la semana de gestación en la que me encontraba.

Por si no lo sabes el cérvix o cuello uterino es un músculo de unos 3 cm que une el útero con la vagina. Éste se abre totalmente para el parto: se acorta o se "borra" y se abre o dilata hasta 10 cm en el momento del parto. Pero hasta entonces, tiene que estar "...