El mes de noviembre, visité un sitio al que " le tenía muchas ganas ", como se suele decir chabacánamente... Y es que otras veces por motivos varios no había podido ir al Salón Creativa pero este año no se me escapó. 
Cogí de rehén a mi madre para que me acompañara... Es broma!!!! Mi amor por las manualidades me viene de mis padres así que mucho no tuve que insistir para que me acompañara y allí que nos fuimos raudas y veloces para ver lo que se cocía en el mundo del DIY. Y lo primero que hicimos fue hacernos una foto en el photocall... Que quedó así así pero la experiencia del salón valió la pena y nos quedamos con eso... 
Mi madre ya había visto algo que llamaba su atención... 
Tengo que confesaros que casi me doy la vuelta porque cuando vi tantos stands, empecé a temblar... Bueno, realmente yo no temblaba, era mi marido en la lejanía, que, junto a mi monedero, temblaban al intuir uno  y el otro verme a mí emocionada, que aquel día iba a llegar a casa cargada de cosas y con unos poquitos menos euros... Y no se equivocaron pero es que era todo tannnnnnn bonito que había que resistirse mucho a la tentación de no llenar un camión lleno de cosas...
Lo dicho, muchos stands de todo tipo, desde los que vendían madera y toda clase de accesorios hechos con ella - prevalecían los navideños -, pasando por stands de pinturas varias, de modelaje, de costura, de telas... hasta llegar a stands con manualidades ya hechas,...