Madre mía…vaya cuerpazo post navideño que arrastro, pero han sido mis primeras navidades como mami…cómo he disfrutado Vs enredado!
Hace días hablaba de si había o no luz al final de túnel…y bueno…como se dice en mi pueblo “haberlas haylas” pero no el tono de luz la que me gustaría!
Esperaríamos una luz clara…acogedora, con gatitos muy monos y un gran arcoiris (pd: mi hermana se reirá cuando lea ésto…) Pues no! Es una luz de esas súper incómodas, que parpadean cuando más falta hacen…sabéis cómo" no" Esa sensación de entrar en un garaje solitario o pasillo larguísimo donde las luces se encienden poco a poco….siempre alguna parpadea…y parece que de un momento a otro va a salir un payaso maléfico para asustarte"! Ya sabes qué tipo, verdad"! Exacto, EEEESA! Ésa fue mi sensación cuando comencé a pensar en mi reincorporación laboral con un nuevo rol, el de madre! Antes lo que más me podía molestar de mis horarios era que no me diera tiempo de llegar a tomar una caña con los amigos, o que llegara tarde a casa y pillaba Granjero busca esposa empezado…(me gustan los programas chorras para reirme un rato…a tí también…y lo sabes!) Ahora ya todo eso me da igual, he pasado a ser de otro tipo de mercado laboral, el de las madres o padres! Ahora pienso en las horas que dedico a mi trabajo y a mi familia, se igualan" NO! Y por supuesto esa balanza no jue...