Esta historia, a grandes rasgos, sencilla, tiene mucho trasfondo, pues como padres viviremos muchas veces este tipo de situaciones. Sin ir más lejos, yo las vivo constantemente con mi hijo, pues siempre quiere ir por delante de sus posibilidades y como las cosas se le resisten se enfada, se frustra y todo le sale mal. La historia del pequeño Groz no es más que el reflejo de querer crecer, de aprender y alcanzar metas, algo que siempre debemos alentar y permitir en nuestros hijos. Pero todo tiene su tiempo, y alcanzar una meta lleva, muchas veces, pequeños logros aparejados.
...