A mi hija siempre le ha gustado llevar el pelo largo, y aunque se lo he ido cortando varias veces, siempre ha lucido melenita. Cuando le proponía cortárselo algo más, siempre me respondía que no: las niñas no llevan el pelo corto!
Y aunque yo lo llevo super cortito, y ella dice que le gusta mi pelo... para sí misma elegía melena, para poderse cepillar, hacerse coletas, ponerse clips...
Pero hace unos meses cogió una manía: meterse el pelo en la boca. No importaba que se lo amarrase en una cola, o se lo cogiese con clips... encontraba la manera de chupetearlo largo y tendido. Y eso generaba otro problema: su pelo se enredaba muchísimo!
Un día, al salir de la escuela me sorprendió diciendo: mamá, quiero ir a la pelu y cortarme el pelo.No me lo pensé dos veces! No fuera a ser que cambiase de opinión! Tal y como lo dijo, nos encaminamos junto a su hermano (que también salía del cole) hacía la peluquería para materializar su deseo. Le mostré con el teléfono varias fotos de cortes de pelo y ella eligió el que más le gustó. Le advertí que no le quedaría igual que a la niña de la foto, pero si muy parecido. Y ella contenta y feliz se mostró convencida.
Era un corte de pelo muy bonito, justo por encima de las orejas. Se podría poner algún que otro clip, pero estaría cómoda, fresquita para el verano, y sobretodo... no se podría meter el pelo en la boca!
Poco imaginaba yo lo que ocurriría al llegar al "salón de belleza", que es como llama m...