A finales del curso pasado, la peque, con 4 años recién cumplidos, nos pidió que quería hacer una actividad al igual que su hermano hacía fútbol desde los 3 porque decía que ella también quería hacer " algo".Nos sorprendió porque ella es muy casera y el apego, sobretodo hacia mi persona, es tan grande que no quiere hacer nunca nada si no está cerca de mí. 
En un principio pensamos que querría hacer alguna actividad tipo ballet pero nos volvió a soprender ( o no tanto, al menos a mí, que me lo veía venir... ) que dijera " caballo"... Y fuimos a probar...
A mí, con lo que me gustan los caballos, me hicieron los ojos chiribitas, me emocionó y aunque de jovencita monté en alguna ocasión, pocas hípicas conocía por la zona. Marta y Xavi, su profe.Tras informarme, me fui al que creíamos que era el mejor sitio al que podía ir y sin duda, creo que hemos acertado porque la peque es feliz, hasta el punto de que su amor por los caballos y por montar crece por momentos y todo es gracias al Club Hípic Julivert, a Elia y sobretodo, a su profesor Xavi al que adora - cosa rara en Marta porque ya sabeis lo tímida que es y que para coger confianza con alguien han de pasar años -. 
Mucha gente piensa que el hecho de ir a equitación es una cuestión elitista y que se hace por tener cierto " status", vamos, que " es de pijos".
Yo no lo veo así; si bien no se puede negar que las clases no son baratas, tampoco son exag...