Si me seguís en Instagram, sabréis que hago submarinismo ( no tanto como me gustaría pero no me da la vida para más ) por lo que cuando viajamos, si es a algún destino en el que pueda practicar este maravilloso deporte, busco una buena compañía con la que hacer, a poder ser, un par de inmersiones. 
Reconozco que siempre que nos vamos de viaje, busco muchísima información antes de decidir los hoteles o cualquier otra cosa y aunque con esto del submarinismo busqué, me dejé llevar mucho por la información que encontré en varios buscadores, sin ni siquiera contrastarla como hago siempre y estoy un poco enfadado conmigo misma por este motivo. Para el siguiente viaje, está todo controladísimo ( aunque no sé si lo podremos hacer por el tema de la pandemia ) pero ya no me pillarán otra vez como me ha pasado en esta ocasión. 
Contactar con ellos no fue difícil, unos mensajes por Facebook, luego whats, pago por adelantado y ya. Todo esto sencillo, sinceramente. Lo malo llegó después. Contraté con ellos varías cosillas: las dos inmersiones con un pack de fotografía submarina ( para que me hicieran fotos a mí, básicamente, porque no tengo, siempre soy yo las que las hago a los peces  y mías no hay casi ) y una excursión para poder hacer snorkel en zonas de difícil acceso desde la playa, ver algunas cuevas, etc. 
Bueno pues, cuál es mi sorpresa - y mi sentido arácnido de que me había equivocado - que, después de hac...