Los imprevistos aparecen de vez en cuando. En tu familia, en la mía y en la de la vecina del cuarto. Nadie se los espera, claro, por eso se llaman imprevistos y por eso nos agobian, nos estresan y nos ponen de mal humor. Pero la verdad es que debemos aceptar que no lo podemos controlar todo y que estas cosas ocurren y seguirán ocurriendo.

Hoy hablo de cómo afrontar los imprevistos con mayor serenidad. 

Tipos de imprevistos y cómo enfrentarnos a ellos

De imprevistos los hay de todo tipo, lo sabes bien. En función al ámbito que afecten podríamos clasificarlos en las siguientes categorías.

Laborales

En este grupo incluiríamos: reuniones no planificadas, llamadas de última hora, pedidos urgentes, ese compañero que te pide ayuda, … 
Una de las mejores cosas que podemos hacer ante los imprevistos de este tipo es planificarlos con antelación.

¿Qué contradicción, verdad"

Pues no. Dado que sabemos que estas cosas fortuitas van a surgir aunque no sabemos en qué momento, lo más inteligente es dejar un espacio diario en nuestra agendas para poder atenderlas. Quiero decir, no llenes tu agenda al 100%. Deja pequeños espacios entre tareas. Así, si surge algo que no esperabas no te desbaratará toda la planificación.

Por ejemplo, en mi trabajo diario intento ser lo más organizada que puedo. Planeo listas de todo tipo y lejos de hacerme perder el tiempo me lo ahorran bastante.

¿Cómo lo hago"

Haciendo listas de objetivos diarios, sema...