Cuando era niña, todas las muñecas eran rubias y con ojos azules. Yo que soy morena, de ojos avellana y piel lechosa, no me sentía nada identificada con ese estereotipo. Por eso, cuando empezaron a salir muñecas negras y de otras razas a mi me fascinaban. Eran diferentes, se salían de la norma imperante en aquella época y eso las hacía especiales. Mi muñeca más querida es una negrita que aun conservo en casa de mis padres y que me trajo el rey Baltasar.

Inspirada en aquellas muñecas he creado a Tina. Como no podía ser de otra manera, es un hada (ya sabéis que las colecciono) y se llama así por Tina Turner y porque el nombre les ha parecido bien a mis hijos.

No os lo vais a creer (o si), pero Tina es mi primer amigurimi de diseño propio, por lo que le tengo un cariño especial. Hasta ahora todos los que había hecho eran de otras diseñadoras, sacados de aquí y allá. He disfrutado mucho con el proceso de creación, así que seguro que me invento alguna muñeca más (lo próximo una sirena, que ya llevo muchas hadas jajaja).
Para realizarla he utilizado hilo de algodón y ganchillo de 3 mm y los accesorios de siempre: floca para rellenar, ojos de seguridad de 8 mm, aguja lanera, tijeras, marcadores... Para el vestido he elegido colores cálidos, naranjas y amarillos, que me recuerdan a la luz del Sol. 
Os cuento como va hecha por si os apetece tener una.
Se puede tejer en espiral o vuelta a vuelta. Para los cambios de color, se cierra la vuelta ant...