Estaba muy ilusionada con éste cuento por todas las mamis que me lo habían recomendado y todas las reseñas que había leído en otros blogs. El cuento del conejito, que empiezas a leerlo y tu peque se queda frito al momento. Alguna madre comenta que casi no pasan de la primera página, ¡increíble! Pues eso, que no me lo creía y quería comprobarlo.

Compré el cuento para regalárselo a Víctor el día de su cumpleaños. Una excusa para ponerle expectativas al cuento y que me pida que se lo lea. "Es un cuento especial, sólo se puede leer por la noche y en la camita". Esa parte funcionó, la misma noche que se lo regalamos me pidió que se lo leyese en la cama.

Y se lo leí. De principio a fin. Con entonaciones, hablando suave y despacito, mencionando su nombre cada vez que lo indicaba el cuento, bostezando... Nada. Despierto hasta el final. Además siguiendo atentamente la historia y preguntando "¿Me está nombrando a mí" ¿Aparezco yo en el cuento"". Yo trataba de no interrumpir la historia, así que cada vez que me preguntaba algo le contestaba brevemente, para continuar leyendo y que no se distrajese más.
El cuento es largo y repetitivo, pero no ha podido con mi hijo. ¡Vaya chasco! Al final se durmió como siempre, con la teta. ¿Es muy pronto para asegurar que no funciona" Lo hemos probado varias veces y siempre con el mismo resultado. Seguiremos intentándolo.

¿Conoces este cuento" ¿te funciona"
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