Cuando éramos pequeños nuestros padres siempre nos decían que amigos de verdad se tienen muy pocos a lo largo de la vida. "¡Qué barbaridad dicen nuestros padres!" ¿Quién no ha pensado que el problema lo tenían ellos y en realidad no se sabían sociabilizar" A día de hoy, cuando mi peque crezca le tendré que explicar que esto es así, y por qué. 

Tendré que decirle que la gente traiciona tu confianza y la mayoría de veces no sabes ni por qué.  Que se burlan de ti en tu cara, y una cosa es ser tonto, y otra HACÉRSELO. Y lo que más me duele, tendré que decirle que se asegure a decir nada, pues por mucha confianza crea pueda tener, lo más probable es que lo malinterpreten y aún sea el malo por hablar con la mayor confianza del mundo. Que la frase "no te fíes ni de tu padre" tiene más peso del que jamás imaginará, y que por una sola vez que hable de corazón, puede significar el final de una amistad. Sigue leyendo
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