Hoy os quiero contar mis pequeños trucos para que esta tarea, que al principio tanto asusta, sea más fácil.

Cuando estaba embarazada, el tema aparecía por todas las revistas, y te decían que las tijeras tenían que tener la punta redonda, sujetar bien su manita...y todo con muchas fotos de un precioso bebe durmiendo. Lo que se les olvidaba mencionar es que tienes muchas probabilidades de que tu bebe no esté tan tranquilito como el de la foto!!

Cuando nació mi terremoto, fue una de las cosas que más me llamo la atención. En sus pequeñas manitas había unas uñas enormes!La enfermera nos recomendó no cortarlas en un par de meses, solo limar, por si acaso le cortábamos el dedo. Pero en cuanto llegamos a casa, papa saco el kit de manicura que nos habían regalado y se puso manos a la obra. 
Al principio fue fácil, la enchufaba la teta y adiós a cualquier problema. Pero a partir de los cinco meses, la teta no era suficiente, porque ya se movía mucho y quería ver lo que estábamos haciendo. 

Y así empezó nuestro periplo por distintas ideas, primero, distraerla con otra cosa. Ingenuos que pensábamos que no se iba a dar cuenta de que había unas tijeras rondando sus uñas!

Después como padres dialogantes que somos, le explicamos que eran unas tijeras, se las dejamos tocar, nos cortamos las uñas nosotros para que viera que no pasa nada?.y nada paso. Nosotros con una manicura impecable y follón cada vez que había que cortársela...