Amor a segunda vista: o de cómo no me enamoré de mis bebés cuando nacieron
Nunca he sido yo de amores a primera vista. Ni siquiera cuando conocí a mi Pantuflo me imaginé que era la persona con la que algún día desearía pasar el resto de mis días...
Cuando nacieron Zipi y Zape, que ya previamente sabía que iban a ser los hombres de mi vida (con el permiso de Pantuflo y de mi hermano y mi padre), yo por más que lo intenté... nada, ni fuegos artificiales, ni un mísero volador... Fue un parto complicado que expliqué en esta otra entrada. El encuentro, en realidad, se produjo 24 horas después, porque estuvieron dos días en neonatos y no me dejaron bajar antes a verlos. Y cuando por fin pude sostenerlos en brazos... Nada... Sentí una necesidad muy fuerte de quedarme allí pegada a sus cunitas, de no separarnos nunca. Tenía que protegerlos, eran mis cachorrillos. Sin embargo, amor, lo que se dice amor... no apareció por ningún lado. Ni siquiera me parecieron los bebés más bonitos del mundo (por no decir que ni me parecieron bonitos, pero esto no lo pongo, que queda un poco de mala madre).
Cuando nació Tamagochi los sentimientos fueron parecidos, aunque como no iba con ninguna expectativa fue todo más fácil. Una vez supe que el peque estaba bien, y que la cesárea no se había complicado, me invadió una pereza infinita. De repente fui consciente de todo lo que había olvidado del parto y postparto anterior (por lo que las mujeres repetimos maternidad) y que aún me quedaba por delante... Y no quería volver a ...
Fuente de la noticia:
Cuando Pares a Pares
URL de la Fuente:
http://www.cuandoparesapares.es
-------------------------------- |
Teresa y Tim |
|
Utilización de Onomatopeyas de Animales para Estimular el Lenguaje Infantil
03-05-2024 08:29 - (
madres )