Durante estos días de Semana Santa, con este tiempazo que ha hecho prácticamente en toda España y dado que vivimos relativamente cerca, nos decidimos a ir con la peque al Parque de Atracciones de Madrid. Diversión y entretenimiento asegurado, si no fuera porque no nos planteamos que al estar embarazada la que tendría alguna 'queja' que aportar sobre el Parque iba a ser yo.

Es lógico que dado el estado de las gestantes y para evitar riesgos o lamentar daños, aconsejen no montar en muchas de las atracciones a las mujeres embarazadas. De hecho, así lo van indicando en los carteles informativos que anteceden la entrada de todas las atracciones.

Lo que deja de tener lógica es que el coste de la entrada, aun sabiendo que estar embarazada es sinónimo de no poder montar en casi nada..., sea el mismo que para cualquier adulto que vaya al Parque.
Contando el número de atracciones en las que sí se me permitía la entrada por estar embarazada, diré que me sobran dos dedos de una mano. Tres fueron las que vi y tres en las que monté.

Ni siquiera puede acompañar a la pequeñaja en las atracciones destinadas a niños con indicación de 'Atracción familiar'.

Y conste que no estoy pidiendo ni demandando atracciones para embarazadas. Dios me libre.

Lo que digo es que no es de recibo tener que pagar una entrada 'completa', igual que el resto, si a lo que puedo dedicarme durante toda la jornada es a pasear.

Dicho queda.

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