Gracias por estar aquí, con mensajes de ánimo, preguntando por mi y por mi bebé, por no conformarte con un «bien gracias» por realmente preocuparte como si fuera tuyo.
Gracias por tomarte un momento para mi con alegría y amor, se que tienes tus propias batallas y quehaceres . Gracias por las visitas que hacen que los días pasen más rápido, por ser complice de esta aventura y emocionarte con las nuevas noticas del embarazo. Gracias por las llamadas y demostrarme que la distancia sólo es un pretexto. Gracias por «pecar conmigo» y comerte ese pastel, por hacerme sentir valiosa y fuerte, incluso en los días nublados.
Pero sobre todo gracias por no hacerme sentir sola, por ser parte de este proceso en todo momento.
Por que no hay regalo más preciado para una madre que la compañía amorosa y sincera de quienes la rodean.

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