Seguro que muchos la conocéis por los programas “21 días” o “Conexión Samanta”. Ahora, Cuatro retransmite un mini programa de la muchacha esta, Samanta Villar, donde cuenta las peripecias sufridas durante su embarazo gemelar.
Cuando daban “21 días con Samanta” y me dediqué a echarle una ojeada a esta especie de docu-reality, me di cuenta que no era para mí. Por comentar, me vi el de “21 días en el mar” pescando y recuerdo ver a Samanta vomitando y tirada en la cama la mitad de los días mientras los marineros seguían su faena y ella no hacía más que mostrarnos su aspecto demacrado con la cámara pegada a la cara. También se quejaba, cosa que hace muy bien.

También vi “21 sías en el porno”, pero más bien se dedicó a hablar con actrices y ver cómo se hacía porno. Que digo yo, si en “21 días borracha o emporrada” bebía y fumaba, ¿por qué no participaba de lo del porno". Que a mí me da igual, pero entonces no hagas cebos insinuando que va a “participar” del porno para luego estar en plan remilgada mirando.
Después vino “Conexión Samanta” y me vi, de casualidad, el reportaje sobre los bebés reborn. No voy a entrar a valorar si la compra de estos bebés cubre una carencia emocional o es lúdica, pero sí en cómo Samanta enfocó el reportaje.

Para ella, aquellas mujeres (y algunos hombres) eran puros marcianos. No le importaba poner su cara de “¿...