Ya os conté en este post que Olivia tenía pánico a no hacer pie en el agua y a estas alturas el año pasado no sabía nadar ni bucear (nunca metía la cabeza debajo del agua). La apunté a un curso intensivo de natación en junio y en pocos días superó su miedo y a finales de verano ya nadaba muy bien. Tengo que contaros que para motivarla a aprender le prometí algo. A Olivia le encanta todo lo que esté relacionado con las sirenas y justo había visto que en algunos sitios hacían experiencias de sirenas. En concreto, en Benidorm y en unas casas rurales? ¡en la sierra de Madrid! Como el requisito imprescindible para acceder a esta experiencia era saber nadar, se lo enseñé antes de empezar el curso de natación para que fuera con muchas ganas. Y así fue. Como os conté en aquel post, el curso le vino genial, iba encantada e incluso quería seguir durante todo el año. Pero a lo que iba, ¡el premio! Las promesas hay que cumplirlas y la llevé con dos amiguitas más a la experiencia de Sirenas y Tritones que ofrece El Encanto del Valle, en Gargantilla de Lozoya. Este pueblo está a menos de una hora de la capital, en las faldas de la sierra. Nosotros reservamos una casa rural por familia (fuimos tres) para pasar un fin de semana en el mes de noviembre. Aunque hacía frío, metimos en las maletas nuestros bañadores ya que dispone de piscina climatizada, que los clientes pueden usar en un determinado horario.
Además, los sábados y domingos por la mañana ofrecen a...