La faja postparto o el cinturón pélvico son dos herramientas que ayudan al cuerpo a volver a la normalidad después del parto. Este momento para el que nadie te prepara, cuando por fin el bebé llega a este mundo y el centro de atención cambia por completo. Aunque haya aparecido un nuevo sol en nuestra realidad, estar fuertes y en forma nos puede ayudar a subir la autoestima y hacer más sencillos una serie de cambios para los que no estamos preparadas. Optar por un cinturón a una faja postparto te ayudará a sentirte mejor.
Faja postparto o cinturón pélvico

En las películas o series las mujeres dan a luz y al momento su cuerpo vuelve a la normalidad, la realidad es mucho más dura. Optar por una faja postparto nos ayudará a disimular esa barriga que estará presente durante un tiempo. Usar una faja es algo que podemos hacer en momentos puntuales. Más allá de la estética debemos ponernos en forma para bajar la barriga y conseguir recuperar el tono muscular en esta zona. No debemos usar la faja durante mucho tiempo según los especialistas para no debilitar aún más los músculos de la zona.
El cinturón pélvico es lo ideal si hemos tenido un parto natural. Ayuda bastante para el dolor de espalda, se coloca por debajo de las espinas ilíacas para ayudar a contener esa zona. Su misión consiste en sostener toda la musculatura del suelo pélvico, la que más ha sufrido en el proceso del embarazo, pero especialmente durante el parto.
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