Mi hijo va a cumplir 2 años y medio. 2 años y medio desde aquella mañana lluviosa en la que me hizo madre, y en unos meses pasará a ser hermano mayor.

Fundalam

¿Cómo podrá ser "mayor" si no tendrá ni 3 añitos"
A veces pienso si es justo para él, por el tiempo y dedicación que vamos a tener que darle a la pequeña. Tiempo y dedicación que tendremos que restar al que le estamos dando ahora a él.

Y justamente después de pensarlo, vuelvo a la realidad. Esa realidad que me trae al presente. Al "¿Qué sería hoy de mí sin mi hermana"". 
Y quiero que mi pequeño cachorro pueda sentir lo mismo: esas peleas "traumáticas" en el pasillo de casa, aguantando la risa o las lágrimas (según quién fuese ganando) para que mamá no nos oyese. Ese "ni contigo ni sin ti" que hemos tenido durante años. Compartir, jugar, pelear, reconciliarse, buscar ayuda, etc.  Esa satisfacción de saber que pase lo que pase la vas a tener ahí, a tu lado.  Ese sentimiento es el que quiero para mi hijo algún día. Por eso, y por muchas otras razones que no cabe enumerar aquí, le vamos a dar uno de los mayores regalos: una hermanita. 
Sé que al principio será complicado. Ha estado mucho tiempo siendo el único rey de la casa, y de repente tendrá que compartirlo todo: a mamá, a papá, a Goliat, la habitación, etc. Eso no debe hacer mucha gracia. Pero tengo fe, y a la larga algún día, quizás dentro de 20 años, ...