A menudo vemos excesos en estas fechas, excesos de comida, excesos de "cariño" de personas que el resto del año ni te saluda, exceso de luces, exceso de villancicos, exceso de gente en las tiendas, etc.
A mi hijo le afecta el exceso de gente y la cantidad de ruidos y luces que invaden las calles. Pero me da más miedo todavía que le afecten otras cosas por error nuestro. Por ejemplo el exceso de regalos. Demasiados juguetes suele hacer que un niño no valore lo que se le ofrece, suele provocar actitud de capricho, egoísmo, aburrimiento, anula su fantasía y la ilusión que se debería tener por la llegada del famoso Papá Noel.

Cuándo los niños son todavía pequeños, pueden sentirse abrumados por tanto juguete, y no saben organizarse para poder jugar. Creo que estaría de más recordar que el niño no es feliz por tener más objetos, pero he creído conveniente rememorar esta frase, porque aunque todos "lo sabemos", a veces se nos queda ahí, en un rinconcito del cerebro y no llegamos a aplicarlo.
Hace un par de días leí "En navidad regala más juego menos juguetes"... Chapó!, esa frase es la que realmente describe lo que quiero decir.
A pesar de todo, de que somos personas con muchíiiisimo trabajo, con muchiiiisimas cosas que hacer en casa y fuera de ella. A pesar de todo, tenemos hijos, y esos hijos lo que necesitan es tiempo, tiempo de calidad que puedan pasar con sus padres. Tiempo de juego compartido, así es como más ap...