Pues no es una matemática pura y exacta, porque cada bebé es diferente y tiene unas necesidades diferentes. Eso sí, hay determinados factores que debemos tener en cuenta para hacerlo bien y como es debido.

Lo primero que habréis notado es que sus uñitas son blandas y se rompen con mucha facilidad. Esto se debe a que han estado los últimos nueve meses en un entorno acuoso. Precisamente por la naturaleza de ese ambiente líquido están tan blanditas, es como cuando de adultos tenemos manos y pies metidos un buen rato en el agua, que se reblandecen muchísimo. 

Por regla general, lo mejor sería esperar a que las uñas de los recién nacidos se endurezcan un poco más antes de proceder a cortarlas, eso sería lo ideal, pero claro, hay niños a los que les crecen muy rápido y se arañan muchísimo... Incluso si el embarazo se ha alargado más de la cuentan pueden nacer con ellas ya muy largas.  Si hablamos en tiempo los especialistas recomiendan esperar tres o cuatro semanas para poder limar o cortar las uñas. En mi caso, huía de las tijeras, prefería limar con suavidad las de los pequeños, porque la uña y la carne están muy pegadas y no quería cortarle de más. 
Utilizando una lima especial para bebés podrás rebajar las uñas, no le harás daño y evitarás que se astillen y se arañen. Hay distintos modelos que podréis encontrar en las farmacias. Suelen ser muy suaves, pero aseguraos antes de usarlas. En nuestro caso nos gustaba usar una...