Muchos son los bebés a los que se les descubre a edad temprana que presentan algún problema con el frenillo, como sería el caso de los que lo tienen corto, es decir, de los que tienen lo que se conoce como anquiloglosia. Ante esa situación son distintas las acciones que se pueden llevar a cabo, aunque una de las más habituales es la de cortar el frenillo, lo que requiere la pertinente operación.
No obstante, ahora se ha dado a conocer que esa acción puede resultar perjudicial. Sí, porque puede afectar negativamente a la lactancia.
Sigue leyendo y podrás conocer todos los datos al respecto.
Autoría del estudio
Donna Geddes (Profesora de la Universidad de Australia Occidental) es quien está al frente de esta investigación que ahora nos ocupa. La misma se ha podido desarrollar contando con la colaboración de un total de 55 bebés, 30 que presentaban frenillo lingual normal y 25 que sufrían anquiloglosia. Pequeños de los que se analizaron una larga lista de aspectos tales como su respiración o la presión que realizaban con sus bocas al alimentarse con leche materna tomando el pecho. No obstante, también se tuvieron en cuenta otra serie de aspectos relevantes tales como la producción de leche de las progenitoras o cómo el pecho de esas reaccionaba frente a las succiones de los bebés tanto antes y después de ser operados.
Hay que señalar, además de todo lo expuesto, que este trabajo ha sido presentado en el último Simposio Internacional de Lactancia Mater...