Las vacaciones de verano son un buen momento para empezar a contar cuentos a los más pequeños de la casa o para reforzar el hábito de la lectura entre los más  mayores. Cada semana, Michel y Martina van a la biblioteca municipal y cogen entre 10 y 12 nuevos libros (cada noche le suele leer dos). A Adriana también la hemos empezado a llevar para que empiece a trastear con los cuentos, sobre todo los de dibujos. Hace unos días, nos enviaron un texto con algunos consejos para disfrutar de los cuentos junto a nuestros hijos, que me gustaría compartir con vosotros.

Raquel Rodríguez, fundadora y directora de la Escuela Libre Allegra, Maestra de Infantil y Maestra en el Máster en Formación Waldorf en la Universidad de La Salle, nos da las siguientes recomendaciones:
Mejor si los cuentos son contados y no leídos porque así tienen la riqueza añadida que le aporta la persona que los cuenta.

No dramaticemos en exceso: Aunque nos parezca en inicio que captamos más la atención del niño, en realidad este genera internamente una emoción que le envuelve más que la propia historia del cuento, además de transmitirle connotaciones negativas o positivas de índole moral que el niño debería valorar por sí solo.

Conviene repetir el mismo cuento varios días seguidos, así damos tiempo al niño a entrar en profundidad en ese significado del cuento. Nosotros hacíamos esto cuando Martina era más pequeña, pero ahora (5 años y medio) nunca quiere repetir cuentos.

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