La piel del bebé es extremadamente delicada. Debemos tener en cuenta que los cambios extremos, el paso del frío intenso de la calle, al interior de la casa. Las agresiones externas que puede sufrir, el viento o las gélidas mañanas sin sol, son especialmente perjudiciales para él. La piel del bebé es más delgada que la del adulto, no tiene esa protección extra que evita algunos problemas. Para poder cuidar al máximo nuestro tesoro más valioso, aplicaremos alguno de estos consejos. Llegan esos días en los que salir a la calle a ver a Papa Noel y los Reyes Magos es inevitable.
Consejos para cuidar la piel del bebé en invierno

Vístelo de forma adecuada para cada situación. Los cambios de temperatura son tan bruscos que debemos tener la posibilidad de adaptar la ropa a la situación. Podemos ponerles varias capas que iremos quitando o poniendo en función del lugar en el que estemos. Es importante no ponerles mucha ropa, con una capa de más un adulto, es suficiente. Pueden sentirse mal o sudar, algo que podría causarles más problemas. El gorro, la bufanda y los guantes son indispensables. La piel del bebé debe estar hidratada. La piel del bebé no debe secarse en exceso. La cara y las manos son las partes de su cuerpo que estarán en contacto con el aire frío de la calle. Aplicaremos más cantidad de crema en esta zona, con la frecuencia adecuada para que esté siempre en perfectas condiciones. Los labios de los bebés son bastante delicados, es indispensable...