Recuerdo cuando estaba embarazada de Alicia y comenzamos a buscar las cositas que creíamos necesarias para su llegada. ¡Qué locura! Como dice una buena amiga: “¡Bienvenidos al maravilloso mundo de la maternidad que nadie te cuenta!”.

Podría escribir un laaaargo artículo sobre todas esas cosas que compras y que nunca llegas a utilizar, pero hoy me voy a centrar en el carrito del bebé y las características que éste debe tener para que nos sea realmente útil.

Peso, tamaño y pliegue del carro: Para mi éstas son unas de las cosas más importantes. Pensad que se debe manejar fácilmente, no debe pesar mucho y tened en cuenta el tamaño (fijaos en la capacidad de vuestro maletero y el espacio que va a ocupar en el piso, en el tamaño del ascensor…). Referente al pliegue, es básico que sea fácil, sencillo, rápido y a poder ser, plegable con una sola mano. Manillar: Por mi experiencia recomiendo que sea corrido y evitar a toda costa el Foam. Ese material es imposible de limpiar y acaba poniéndose muy feo con el uso.
Capota: Olvidaos de las sombrillas… son un trasto indomable que no sirven para nada. Buscad un cochecito con una capota bien grande que pueda cubrir al bebé de la lluvia y del sol.
Frenos: Es importante que este dispositivo accione al menos dos frenos a la vez, normalmente son los traseros. ¡Nunca olvidéis poner los frenos!
Capazo y sillita regulables en altura: Es interesante que sean multiposición. A mi me fue muy útil que...