¡La Navidad... qué época tan bonita... y TAN LOCA! Porque no nos engañemos, los días que se nos avecinan son de pura locura. Días en los que se altera cualquier orden de vida: sueño, comida, trabajo... Todo se pone patas arriba en los próximos 20 días. Nos encanta pero, si a los adultos nos afecta, no os podéis imaginar lo que supone para los más pequeños de la casa. 
Está claro que la Navidad se vuelve aún más especial cuando hay un niño y más si son las primeras, si está recién nacido y tiene pocos meses. No será parte activa de las celebraciones (aún no cantará villancicos, romperá papeles de regalo y comerá polvorones, jeje) pero todo girará a su alrededor y todos estarán pendientes de él y querrán estar con él. 
Y claro, tanto cambio y movimiento a los niños les afecta de lleno. Ahora en casa de unos abuelos, ahora en casa de los otros,  ahora cena, ahora a mediodía, adiós a los horarios de baños y comidas... Todo esto los altera muchísimo, pero aún así, los niños deben vivir y disfrutar las fiestas. Lo mejor es la adaptación de la celebración a los recién llegados para que así ellos puedan disfrutarlas también. ¿Qué podemos hacer" ¿Cómo podemos adecuar tanta celebración al horario y rutina de los niños"

CON LOS MÁS PEQUEÑOS...-Por ejemplo, podemos cambiar el horario y adelantar alguna celebración para hacerla en horario infantil. Empezar la cena de Nochebuena un poco antes, ¿por qué no ...